A veces, un paso en falso puede cambiarlo todo. En medio de la niebla del consumo y la confusión, alguien cruza un puente del que no todos regresan igual. El puente de la vida invita a mirar de frente lo que muchos prefieren callar: la fragilidad del consentimiento, el valor del respeto y la necesidad de construir vínculos más humanos.