En un país donde demasiadas voces fueron apagadas, Soledad se alza como una chispa que se niega a extinguirse. Su nombre —repetido, ocultado, gritado— deja de pertenecer solo a una joven para convertirse en un eco colectivo. Ella camina entre sombras que intentaron sepultar la verdad, pero su historia emerge como una luz que se abre paso en la oscuridad del silencio impuesto. Cada paso que da es una denuncia; cada palabra, una memoria que no se deja borrar. Soledad es un grito que se vuelve multitud, una herida que se transforma en bandera. Es el retrato de una víctima que ya no habla solo por sí misma, sino por todas las que fueron arrebatadas injustamente. Un recordatorio de que la justicia no es un final; es la promesa de que ninguna historia volverá a ser ocultada.
Un corto basado en el caso de María Soledad Morales, para concientizar, no callarse y hacer justicia por todas las que ya no están.