“No se ve pero se siente” es una producción realizada por alumnos de 3ro A de la escuela Bellas Artes, que busca visibilizar la importancia de la educación emocional. La historia transcurre en un día de clases común, donde tres estudiantes y su profesor conviven con diferentes dificultades personales. Estos problemas, representados simbólicamente por monstruos que habitan en sus cabezas, muestran cómo las emociones influyen en la manera en que cada uno vive la escuela y se relaciona con los demás.
El corto transmite un mensaje sencillo pero profundo: muchas veces los problemas no son visibles a simple vista, pero están presentes y afectan a las personas. Reconocerlos, hablarlos y acompañarlos es el primer paso para construir un espacio escolar más empático, humano e inclusivo.